Dentro del aire comprimido, constantemente nos toca platicar con nuestros clientes sobre sus gastos en energía de una u otra manera. Es un tema importante ya que el consumo de energía representa entre un 65% y 70% de la inversión total en un proyecto de aire comprimido contra un 15 % que representa la compra inicial del equipo.
Esto nos indica que las oportunidades de ahorro verdaderas están dentro de ese 65%.
¿Qué consideraciones son importantes para lograr ese ahorro?
- El dimensionamiento correcto del proyecto: Nos ha tocado colaborar en proyecto en donde se sugiere para el proyecto un compresor de velocidad variable en operaciones en las que se trabaja por encima de un 80% de carga, en ese caso probablemente se pudo haber sugerido un equipo más económico que es más eficiente dentro de ese rango de carga de trabajo. Es importante contar con la asesoría indicada para entender este tipo de factores y realizar un estudio energético; la propuesta final puede ser una traje a la medida para la operación de cada empresa.
- El tratamiento y la calidad del aire comprimido: Combinar un equipo de aire comprimido con un secador y filtros adecuados no sólo es importante para el tema de la pureza del aire comprimido, sino también puede tener un impacto en la vida útil de las herramientas neumáticas o también evitar el deterioro en el mismo equipo de aire comprimido.
- La red de distribución de aire: Existen nuevas tecnologías como la tubería de aluminio transair que en comparación de redes tradicionales pueden ayudar a evitar caídas de presión constantes, que finalmente impacta en costo energético de la empresa.
Estas son 3 consideraciones de las que se puede partir para lograr un ahorro energético en un proyecto de aire comprimido. En CEACSA nuestro enfoque es proponer proyectos en los que podamos reducir ese 65% de costo energético.